Amat Pisces

Amat Pisces nos habla de la confrontación con el automatismo desde su deconstrucción. Nos habla de transformaciones múltiples que son percibidas al unísono, del cortocircuito de futuros pasados y de la adulteración gradual de una sencillez que nunca existió.

Performance realizada dentro del festival Mapa de Ruido. Espacio Pulpo, Palma, 03-03-23

*Las imágenes para este vídeo fueron filmadas por Roberta Tacchin.
Amat Pisces: banda sonora de la performance
El ritual o la sofisticación

Existe comunmente una apreciación que diferencia de forma más o menos tajante, pero igualmente presente, el arte del proceso técnico, en la asunción de que el segundo de los dos es potencialmente asumible por cualquiera que tenga acceso mientras que el verdadero hecho artístico está tan solo al alcance de algunas privilegiados.

El arte es la voluntad de serlo, y la capacidad de hacerlo posible se sustenta en el proceso técnico, además de en la inteligencia y la intuición. Dentro del marco de la creación artística, cualquiera de los dos no puede sobrevivir sin el otro. De la voluntad de fundir ambos procesos en un único indisociable y orgánico nace Amat Pisces.

Existe comunmente una apreciación que diferencia de forma más o menos tajante, pero igualmente presente, el arte del proceso técnico, en la asunción de que el segundo de los dos es potencialmente asumible por cualquiera que tenga acceso mientras que el verdadero hecho artístico está tan solo al alcance de algunas privilegiadas.

El arte es la voluntad de serlo, y la capacidad de hacerlo posible se sustenta en el proceso técnico, además de en la inteligencia y la intuición. Dentro del marco de la creación artística, cualquiera de los dos no puede sobrevivir sin el otro. De la voluntad de fundir ambos procesos en un único indisociable y orgánico nace Amat Pisces.

Amat Pisces es liturgia y automatización.

La liturgia comprendida como el conjunto de formas y actitudes que separan la comprensión del hecho tecnológico de los y las usuarias del mismo en base a un ritual minuciosamente concertado. Esta definición engloba también, al menos parcialmente, la compleja realidad piramidal del ecosistema del arte.

Amat Pisces aparenta sencillez y propone gravedad. Enlaza diferentes estadios de complejidad tecnológica, y disuelve arte y técnica en la concordia entre procesos básicos del primer videoart (como es el vídeo-feedback analógico), del live-cinema actual y de la misma performance.

El principio de la cadena es la realidad física, la colocación de diversos objetos sobre diferentes dispositivos tocadiscos rotatorios, iniciando el planteamiento escenográfico a través de la aportación de ese giro contínuo y consistente.

Disponemos de dos monitores, de dos aparatos giratorios y de dos cámaras con las que realizar el feedback para cada uno de los polos visuales. Los elementos que se irán alternando en los dos tocadiscos responden a una narrativa definida, que es reforzada por la línea sonora y musical generada a tiempo real por programación, en un proceso que pauta también el último de los outputs visuales: la proyección final a gran formato a partir de las imágenes en directo y diferido de nuestra narrativa objetual captadas por las dos cámaras.

Toda esta complejidad se oculta, al menos parcialmente, para no apartar al público de esa liturgia evolutiva, inicialmente sentimental, finalmente sólida y martilleante.

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